domingo, 28 de octubre de 2007

Una mirada al infinito


Hoy he recibido un e-mail de un amigo en el que me decía: "Por mirar lejos te tropezarás y, seguramente, no harás carrera mundanal, pero ¡qué mejor regalo!"

Y esto me hace pensar.

¡Mirar lejos! En el fondo mirar más-allá de donde solemos mirar al caminar por la Gran Vía o por la calle Illescas. Mirar más allá es mirar a un destino que se está forjando en mis miradas, en mis caminares acompañado de la Providencia que procuro escuchar a diario.


Pero mirar más allá es, en el fondo, reconocer que no es mía la mirada. Que no es mío el destino, ni siquiera el camino que piso.

Es un camino de prestado que, como el hijo de un gran Rey, piso con paso firme. Con la seguridad de que la herencia es todo lo que me falta. ¡Y me falta tanto!


Mirar más allá no es pasar de lo que tengo delante. Al contrario, es amar lo que tengo, como lo que se me ha dado, por pura gracia de Dios, para ver mejor el destino. Para amar mejor el presente.

Pero sin la esperanza, poco podemos hacer.


"por mirar lejos te tropezarás, no harás carrera mundanal..." ¡Maravilloso! Tropezar, seguro que iba a hacerlo de todos modos (y no es falsa humildad) y, la carrera mundanal, no la quiero. Es más, la carrera mundanal dentro de la Iglesia es algo que desprecio bastante (para hacer carrera mundanal hay otros lugares, estupendos, hechos para la carrera mundanal).

¡"Por mirar lejos"! Esa lejanía es sumamente cercana. Es la compañía permanente de la Presencia del Espíritu Santo en nosotros. En mí. Y no porque me lo merezca -que no me lo merezco-, sino porque a Dios le da la gana; que, seguro, es la razón más sobrenatural.


Quizá soy un soñador... pero me encanta soñar.

Soñad y os quedaréis cortos.



sábado, 13 de octubre de 2007

VOLVER A EMPEZAR



En el fotolog no me pude poner del todo.... en el flog se me veía mal. Y en el flog no todos los que me leían podían escribir...


Pero ahora empezamos una nueva andadura. Dios quiera que más continuada que en el flog. Y a medida que vaya aprendiendo a usar esto, con más recursos y posibilidades para todos.




Hace años oí una historia que me llamó poderosamente la atención: Un día en una Iglesia, el sacerdote preguntó ¿qué es un santo? A lo que un niño respondió:

- Una vidriera, (señalándola).

...


El sacerdote, se quedó pensativo unos instantes y dijo:

- Pues sí. Pero no es esa vidriera de san Juan que tú señalas, sino alguien que transparenta la luz de Cristo. Alguien que, cuando los demás lo miran, ven la realidad coloreada con la luz de Cristo.


Este nuevo blog pretende eso, ser translúcido, no ser opaco. Y, aunque en muchas ocasiones me soprendo no solo siendo opaco, sino dificultando la vista a otros... procuraré mirar la vida desde otro plano.

Miremos juntos a Cristo.


Miremos juntos la realidad coloreada. La vida iluminada con una luz siempre igual. Siempre nueva. La luz de Cristo.


un abrazo a todos; los de antes, los de ahora... lo que quedan por venir.

bendiciones